Seis comidas típicas que debes comer en Nueva York Seis comidas típicas que debes comer en Nueva York Pincha para ver más grande

Nueva York, la ciudad que nunca duerme, la ciudad de los rascacielos y de las películas. Todo esto ya lo sabes pero… ¿Sabías que en Nueva York también puedes, y debes, comer algunos platos típicos? Porque Nueva York, también se come.

Seguro que tu mente al leer el título de este post se ha llenado de hamburguesas, ¿Verdad?. Bueno, no negaremos que, efectivamente, es una de las comidas que más vas a encontrar en la ciudad, pero en este artículo queremos acercarte a otras delicatesen neoyorquinas, no sin antes decirte que, claro, debes comerte alguna hamburguesa en tu estancia.

Bagels

Los bagels son el desayuno número uno de la ciudad. Son panecillos redondos que quizás te recuerden a los donuts por su agujero central. La gracia de este producto es que se abre por la mitad y se rellena de diferentes ingredientes. ¿El más típico? El de queso crema con salmón.

El bagel llegó a Nueva York con los inmigrantes judíos y, hoy por hoy, es un producto que, además del desayuno, se come durante todo el día. Está riquísimo, y parte del secreto de su sabor es que, antes de meterlos en el horno, se hierven en agua.

Pizza

Sí, tenemos que hablarte de la pizza porque aquí se come al estilo neoyorquino. El New York Style Pizza consiste en porciones, slices, muy finas, cubiertas de tomate y mozzarella en su versión más tradicional, o con pepperoni, verduras o incluso albóndigas en las más evolucionadas.

Es muy típico ver a gente comer por la calle comiendo su porción de pizza. ¿Sólo una? Sí, es una comida muy recurrente y son bastantes grandes, de modo que es un perfecto tentempié.

Hot Dog

Hot Dog, perrito caliente… puedes llamarlo como quieras pero cuando llegues a Nueva York te darás cuenta que están, literalmente, en cada esquina. Es una de las comidas más socorridas en el día a día de neoyorquinos y turistas. Sólo un consejo: también son fruto de los mayores timos a los visitantes. Cuando veas un puesto de perritos sin precio, pregunta antes de comprar. A veces, compramos sin mirar porque pensamos que, siendo un puesto callejero será muy barato, pero si te ven turista, te van a cobrar mucho más de la cuenta. Pregunta antes, si te interesa el precio, compra, y si no, busca alguno donde el precio ya está anunciado de antemano.

Hecha esta advertencia, no dudes en probar los hot dogs neoyorquinos, con su mostaza picante, cebolla y col agria.

Sandwich de Pastrami

Otro clásico judío que hizo famoso la película “Cuando Harry encontró a Sally”: el sándwich de pastrami. Hoy en día son muchos turistas los que se acercan al restaurante Katz´s para rememorar la célebre escena en la que los protagonistas de la película degustan uno de estos sándwich de pan de centeno, pastrami de carne roja.

Pero más allá del dato cinematográfico, la visita bien merece la pena por el sándwich en si mismo. Es de tamaño generoso…

Huevos Benedict

Cuenta la leyenda que los huevos benedict nacieron en Nueva York. Parece ser que, allá por 1894, el corredor de bolsa en Wall Street Lamuel Benedict se levantó resacoso y pensó que un buen desayuno le quitaría ese malestar. Por ello, se dirigió al hotel Waldorf Astoria y pidió dos huevos escalfados, bacon, tostadas y salsa holandesa. Al cocinero le hizo mucha gracia la combinación y la incluyó en la carta con el nombre de “Huevos Benedict”, cambiando, eso sí, el bacon por jamón y las tostadas por muffin inglés.

Sea o no cierta la leyenda, lo cierto es que los huevos benedict son ya un plato muy típico en los tradicionales brunch de los fines de semana en Nueva York.

El Nueva York más dulce

Recomendación especial para los golosos. No puedes irte de Nueva York sin probar su tarta de queso. Aquí la hacen con mucho queso crema Philadelphia, nata, huevos y azúcar, y el resultado es una tarta más densa de la que solemos probar por aquí pero deliciosa.

Siguiendo con lo dulce… estás en la ciudad donde se inventaron los donuts, por lo que no probarlos es imperdonable. La variedad es enorme, tanto en tamaños como en sabores de modo que sólo podemos invitarte a que pruebes el que más te entre por los ojos más que recomendarte un lugar concreto. Los hay por toda la ciudad…

Una última recomendación dulzona: pocas cosas tan tradicionales en los restaurantes y casas americanas como los pancakes, o tortitas para nosotros. Podrás probarlas solas, con sirope, frutas, nata…

Estas son sólo algunas de las recomendaciones culinarias de una ciudad que ofrece, en todo caso, gastronomías de todo el mundo. Hambre no vas a pasar.

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